Todos asociamos la protección contra la luz solar con la prevención de distintas patologías, que van desde una simple quemadura hasta el temible cáncer de piel. Lo que pocos saben es que los rayos ultravioleta también pueden dañar los ojos, por lo que es esencial protegerse la vista al hacer actividades al aire libre para prevenir varias enfermedades en la vista.
La manera más efectiva de proteger los ojos contra el sol es utilizar gafas con filtros UV. En este artículo te mostraremos todo lo que debes saber sobre ellas.
¿Qué son los rayos UV?
Los rayos ultravioleta son aquellos que están ubicados por encima del color violeta en el espectro de la luz visible, forman parte de la energía que proviene del sol y también son generados de manera artificial en dispositivos como las camas bronceadoras o las luces de vapor de mercurio que están en los estadios.
Aunque los rayos ultravioleta son beneficiosos para la salud porque estimulan la producción de vitamina D, exponerte demasiado tiempo a ellos causa problemas en la piel y en los ojos.
¿Cómo identificar si mis gafas tienen filtros contra los rayos UV?
Las gafas con filtros UV son relativamente fáciles de identificar, pues más allá de no sentir cansancio o molestias después de usarlas estando al aire libre en un día soleado, puedes saber si tus anteojos cuentan con este tipo de protección acudiendo a una óptica de confianza ya que allí cuentan con dispositivos capaces de medir el factor de protección de los lentes.
Esto se debe a que no se puede identificar gafas con filtros UV a simple vista, pues aunque el color de los lentes puede aumentarte la visibilidad en un ambiente muy soleado, los rayos ultravioleta no se ven afectados por el color sino por un filtro con factor de protección superior a los 300 nanómetros, que se puede medir con un uveómetro.
Características de las gafas con filtros UV
Además del factor de protección, las gafas con filtros UV tienen distintas características que las hacen muy diferentes a los lentes de sol convencionales, las más destacables son:
- Están fabricadas con materiales como el plástico óptico, que tienen una mayor capacidad de absorber los rayos ultravioleta.
- Tienen un factor de transmitancia mayor a 50, pues esto implica que deja pasar poca luz solar a través del lente.
- Están polarizadas para eliminar los reflejos producidos por la radiación en la arena o la nieve.
- Poseen un efecto fotocromático para absorber la claridad en un ambiente muy luminoso y evitar que los destellos afecten la visibilidad.
- Tienen un material antirreflejo y filtros de color para incrementar la transmitancia y aumentar la protección.
Definitivamente debes proteger tus ojos de la luz ultravioleta para prevenir enfermedades como las cataratas, y los anteojos con filtros UV son tu mejor alternativa no solamente para evitar perder la visión por estas patologías, sino para no sufrir de irritación y ardor después de exponerte al sol.
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