Los ojos son un instrumento perfecto y sumamente delicado que puede verse afectado dependiendo de la genética y también de los estímulos a su alrededor.
La ambliopía es la pérdida de la capacidad de visión en uno de los ojos, que puede producirse por falta de fortaleza en los músculos oculares, además de que el cerebro no interpreta la imagen percibida por el ojo. A esta enfermedad se le conoce como ojo perezoso y es la causa más común de los problemas de visión en los niños, en los que es evidente que uno de los ojos se está desviando.
¿Cuáles son los síntomas de la ambliopía?
La mayoría de las personas ven mejor por un ojo que por el otro, La ambliopía suele manifestarse en el ojo más débil, que a menudo se mueve hacia adentro o hacia afuera, de forma involuntaria.
Si notas esta característica, y, además los ojos parecen no funcionar juntos, si hay una mala percepción de la profundidad, el niño entrecierra los ojos para intentar enfocar la vista, o inclina la cabeza hacia un lado constantemente, puede presentar síntomas de ambliopía.
La ambliopía puede diagnosticarse desde muy temprano, así que, si notas que el bebé después del primer mes tiene cierta deambulación en la mirada, solicita una cita con el médico.
¿Qué causa la ambliopía?
La ambliopía se desarrolla por un desequilibrio en los músculos que posicionan los ojos. Algunos de los factores que influyen en que esta dificultad visual se presente es el nacimiento prematuro, el tamaño pequeño al nacer, los trastornos del desarrollo, y los antecedentes médicos de los familiares, ya que es también una condición genética.
¿Cómo determinará el oculista si mi hijo tiene ambliopía?
El oculista determinará si tu hijo tiene ambliopía utilizando unas gotas para dilatar los ojos, y pueden producir visión borrosa durante varias horas e incluso por un día completo.
En los niños muy pequeños que aún no hablan con claridad, se utiliza el seguir con la mirada un objeto en movimiento, con los niños de tres años en adelante, se evalúa la visión con las vocales y con figuras de animales. Cada ojo se cubre por turnos durante las pruebas.
Prevención de la ambliopía
La realidad es que la ambliopía no puede prevenirse del todo, ya que hay una condición genética de por medio, sin embargo, si puede determinarse a una edad muy temprana, cerca a los 5 o 6 meses de edad.
Aplicando con disciplina el tratamiento que entregue el médico la ambliopía puede disminuir notablemente e incluso desaparecer, así que, no dudes en realizarlo de una forma efectiva, siguiendo las instrucciones del médico.
Al principio puede ser un poco molesto para el bebé, pero poco a poco se irá adaptando y su ojo perezoso comenzará a mejorar.
Realizar los exámenes oculares a tiempo puede ayudar a que la ambliopía sea controlada a tiempo, así que, no dudes en llevar a tu hijo desde temprana edad a los controles, ya que así la ambliopía se detectará de forma temprana.
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